Psicología Social VI: "Un Agitador De Cervecería"

Más que extraña fue la personalidad del hombre que tuvo en sus manos el destino de Alemania entre los años 1933 y 1945. Lo realmente interesante del caso es la pregunta que todo el mundo se hace ¿Cómo fue posible Hitler?.

No solo interesa cómo pudo obtener el poder absoluto del estado un aspirante tan insólito, sino cómo consiguió extenderlo hasta el rincón más lejano de Alemania y conseguir que los más poderosos mariscales de campo y los personajes mas influyentes e inteligentes de todos los sectores de la vida se pusieran bajo las crueles ordenes de un antiguo cabo cuyo único talento indiscutible era el de avivar las emociones mas viles de las masas.

Evidentemente todo esto se consiguió no solo con la personalidad de un solo hombre si no con la personalidad de toda una nación. ¿Qué buscaban los alemanes? ¿qué les motivaba? ¿porque permitieron que Hitler llegara al poder? Max Weber tenía la respuesta. Caudillaje carismático lo llamó (eso buscaban los alemanes, una personalidad admirable a la cual servir).

Y eso hizo Hitler. Desarrolló como nadie el don de atraer y seducir con su apariencia y sus palabras consiguiendo de esta manera la mayor dominación carismática que jamás haya visto el mundo. Se vinculo personalmente con todos sus seguidores a través de una comunicación de carácter emotivo y explotó sus dotes específicas para crear un carisma tanto atractivo como irracional.

Su idea no era común. Cualquier psicólogo con dos dedos de frente te aconsejará que te marques objetivos a corto plazo para mantener viva tu motivación. El caudillo no tenía eso en mente dado que su objetivo principal se encontraba muy lejos de él, muy a largo plazo (la "salvación nacional" a través de la eliminación de los judíos).

De esta manera, con una visión del mundo dinámica y extraña, una misión entre ceja y ceja, un carisma que atrajo a millones de personas a obedecerle como si no hubiera un mañana y con mucha sangre fría, Hitler llevo a cabo una de las mayores matanzas de toda la historia de la humanidad. Pero no se equivoquen, no estamos hablando de un enfermo mental ni de una persona desequilibrada psicológicamente hablando. Desgraciadamente el mal reside en nosotros por naturaleza.