Y llego la entrada de las ilusiones en el arte.
Si no era suficiente con que nuestra realidad ya no lo es tanto (real me refiero) y tampoco era suficiente con que nuestro cerebro se perdiera información, llega al mundo del arte la explosión de la creatividad que nos ha proporcionado años de evolución y comienzan las ilusiones.
Sin ir mas lejos, hablemos un poquito de La Mona Lisa. El enigma de la sonrisa de esta mujer pasa por darse cuenta de que, con la suficiente iluminación y calidad de imagen, solo sonríe si no miramos directamente a su boca. En cuanto nuestro ojos la miran directamente, la sonrisa desaparece. ¿Curioso verdad? Pero como todo lo referente a este blog, tiene su explicación.
Comencemos por aclarar algo de nuestro sistema visual. Cada uno de nuestros ojos posee dos zonas claramente diferenciadas. La zona central (donde fijamos la vista) se denomina fóvea, y es la encargada de obtener información del mundo con todo tipo de detalle y de permitirnos la atención. Después tenemos el área periférica, que es la que rodea a la fóvea y la que obtiene información con menos detalle y se fija mas en los movimientos, las sombras y los grandes rasgos.
Dicho esto, aunque parezca mentira, la gran clave de esta ilusión reside en las mejillas de La Mona Lisa. Éstas están formadas a partir de sombras. Cuando nuestro ojo se fija directamente en la boca, la fóvea no detecta las sombras de las mejillas que son las que producirían esa ilusión de sonrisa. Sin embargo, al mirar otras partes del cuadro es la zona periférica del ojo la que entra en contacto con la sonrisa y las mejillas, detecta sus sombras y reproduce lo que esas sombras quieren que veas, una sonrisa. (imagen adjunta al final).
Explicado esto, desde la entrada de la ilusiones al arte se han conseguido efectos tan pequeños y elaborados como el de La Mona Lisa, y efectos tan grandes e impresionantes como crear un patio de 40 metros de largo dentro de una habitación de 8 metros.
Durante todos estos años los profesionales de mas alto prestigio han intentado dar con la respuesta a la siguiente pregunta. ¿Dónde comienzan las ilusiones? ¿en el ojo? ¿en el cerebro? ¿en una interacción entre ambos? Pues bien, numerosos estudios coinciden en lo siguiente:
Cuando observamos una ilusión visual de movimiento, si este va mas rápido se da justo después de que nuestros ojos realicen pequeños movimientos sacadicos de marea muy rápida (el movimiento sacadico es ese movimiento en sacudida producido cuando miramos un objeto y rápidamente miramos a otro diferente y después a otro...etc). Por el contrario, justo después de que nuestro ojos realicen movimientos sacadicos mas lentos, el movimiento de la ilusión enlentece. La respuesta comenzó a estar cada vez mas clara. Parece que las ilusiones comienzan en nuestros ojos (estos reciben un patrón de luz determinado que activa nuestras neuronas sensibles al movimiento produciendo la ilusión).
El engaño de los ojos llega, sin embargo, mucho mas lejos. Es posible, incluso, que un objeto se proyecte en nuestra retina y aun así no seamos capaces de verlo (por lo tanto un objeto no solo es visible porque proyecte un patrón de luz que entra por nuestros ojos). Muchas de las ilusiones se producen por contacto directo de parte de la imagen con el punto ciego de nuestro ojo. por ejemplo:
En la siguiente imagen, cierre el ojo derecho y mire al circulo fijamente con el izquierdo. Después acérquese a la pantalla hasta que el punto ciego de su ojo haga que el símbolo + desaparezca.
También puede hacerlo al revés. Cierre el ojo izquierdo y mire con el derecho al símbolo + fijamente.
Después acérquese a la pantalla hasta que el circulo entre en contacto con su punto ciego y desaparezca de su escena visual.
Después acérquese a la pantalla hasta que el circulo entre en contacto con su punto ciego y desaparezca de su escena visual.
Si la pantalla de su móvil es demasiado pequeña y no puede hacer la ilusión pruebe a doblar un folio y, en posición horizontal, poner dos símbolos cualesquiera separados uno en cada lado del folio como se muestra en la imagen y seguir lo pasos antes mencionados (cuanto mas separados se encuentren menos tendrás que acercarte).
Es curioso, que después de verlo por enésima vez, me de cuenta que nunca había reparado en el paisaje que hay detrás, nunca lo había observado. No será que, el ojo ve lo que el cerebro le manda que vea? Enfoca con determinación lo que le interesa y desprecia todo lo demás? Ha de ser muy estrecha la relación de la ilusión visual con la personalidad de cada uno.
ResponderEliminarSin duda tienes razón. Vemos lo que esperamos ver, lo que nuestro cerebro tiene registrado. De cada escena visual, como en este caso al observar el cuadro, obtienes solo el 5% de la información que realmente hay y el 95% restante la construye tu cerebro con predicciones. Si tu cerebro predice que al mirar el cuadro vas a ver a una mujer (que es de lo que todo el mundo habla) es muy complicado que te des cuenta de otros detalles (como el paisaje de detrás).
Eliminar